¿Con qué frecuencia te encuentras meditando en tu automóvil tras una reunión de ventas, y pensaste en algo que deberías haber dicho que hubiera sido más apropiado que lo que acabas de decir? "Hubiera dicho...", "Hubiera preguntado...", "Hubiera...", "Hubiera...", "Hubiera..." Haces una nota mental de los “hubieras”. ..¿y entonces que? ¡Nada!
Con todo lo demás que sucede durante el día, tus “hubieras” se convierten en un recuerdo lejano: lecciones que podrían haberse aprendido, pero que en su lugar se perdieron.