Fui criado por una madre optimista y un padre pesimista. Mi madre fue probablemente la persona más feliz, divertida y amable que jamás podrías conocer. Ella se aseguró de criarme con una mentalidad altruista, deseando nada mas que el bien para todo el mundo y haciendo todo lo posible para ayudar a la gente.
Cuando empecé a aprender y madurar, le pregunté por qué estaba ayudando a algunas personas que realmente no le agradaban. Su respuesta fue simple. "Todo el mundo puede estar mejor y ayudarlos ayuda a la comunidad recuerda, "la marea alta es para todos los barcos.”” No tenía idea de que su mensaje lo iba a recordar constantemente mientras estudiaba economía más tarde cuando asistí a la universidad.