
¿Algunas de estas situaciones te suena familiar?
El prospecto A dice: “Se ve muy bien. Creo que hay una gran posibilidad de que hagamos negocios". El vendedor piensa: "Tengo la venta".
El prospecto B dice: "Su precio es más alto de lo que esperábamos". El vendedor piensa: "Tendré que reducir el precio para cerrar el trato".
El prospecto C dice: "Esperábamos un tiempo de entrega más corto". El vendedor piensa: "Tendré que pasar esto como una orden urgente para conseguir la venta".
Los pensamientos del vendedor podrían parecer apropiados, ¿pero lo son? O bien, es el vendedor culpable de "leer la mente", asumiendo que los hechos no están en evidencia y la lectura incorrecta entre líneas.
En el caso del prospecto A, ¿qué es una gran posibilidad? Y, ¿cuando el prospecto dejará de pensar en ello y tomar medidas? ¿El comentario del prospecto B fue una solicitud de reducción de precio o simplemente fue en voz alta pensando en la necesidad de aumentar las proyecciones presupuestarias? ¿La demanda de la perspectiva C para un tiempo de entrega más corto era realmente una demanda? No hay forma de saber sin pedir aclaraciones.
Cuando un cliente potencial utiliza palabras o frases que son vagas, solicita una explicación. Sería apropiado que el vendedor le preguntara al prospecto A qué significa "gran posibilidad". Una respuesta adecuada al "precio es mayor..." del prospecto B sería: "¿Y me lo dices porque...?" No te apresures a sacar conclusiones. Obtén palabras claras.